15 de diciembre de 2003
Lagrima dice:
No soporto más esto, me quiero ir de esta casa, no puedo estudiar. Los odio a todos. Vos no sabés lo que es esta casa, no sabés. Me parece que me voy a vivir con mi abuela.
Hogweed dice:
Intentá relajarte un poco. No seas extremista, porque sin duda hay muchísimas peores. Tenés todas las comodidades posibles, solo tenés que mejorar o manejar la relación y punto. No tomes en cuenta solo lo "malo" que tus viejos te hacen, porque estarías siendo muy injusta. Tu vida depende hoy por hoy de ellos, te guste o no.
Lagrima dice:
No es que están mal conmigo, ellos están mal entre ellos y descargan conmigo y no lo puedo soportar más. Hay mala onda por todos lados, en cada rincón de la casa, soy muy receptiva con esas cosas. Si puedo evitar impregnarme de eso, lo evito. Y estando acá no hay más remedio que contagiarme el stress familiar.
Hogweed dice:
Bueno, a mí no me parece que sea tan terrible y deberías empezar a acostumbrarte a estar en climas hostiles, no pienses que te van a tratar bien en todos lados
Lagrima dice:
Flaco, vos podés estar en climas hostiles pero ¿vivir permanentemente inmersa en esto? No, me niego. No quiero, no puedo soportarlo, soy débil.
Hogweed dice:
No sos débil, estás débil.
Lagrima dice:
En serio, esta mala onda me está tirando abajo. Me quiero ir a Mar del Plata hasta marzo.
Hogweed dice:
¿Así allá no comés?
Lagrima dice:
Así no me joden. Ni siquiera puedo rajar a capital ahora que está todo mal con mis compañeras.
Hogweed dice:
¿Con todas está todo mal? ¿Por el tema de que hablaron con tus viejos?
Lagrima dice:
Dejé de hablar con ellas, ya no puedo confiarles nada, por obvias razones. No me interesa seguir estando con ellas. No las puedo querer sabiendo que me traicionaron y por lo tanto seguir con ellas sería usarlas. Ni siquiera ganas de usarlas tengo. Antes todo era perfecto, no sé qué pasó acá en casa. Me hace sentir horrible.
***
Mi error fue ese: creer que las cosas eran perfectas. Siempre tuve por seguro que mi familia era la familia perfecta, que mis padres eran los mejores, los más dedicados; que mis hermanos y yo éramos perfectos. Nada más lejos de la realidad, pero tenía que aparecer Ana para que nos diésemos cuenta. No quiero decir que yo fui la causa del desequilibrio que sufrió mi casa, mi familia, sino que gracias a lo que me sucedió se destaparon varias mentiras y cayeron paredes que en realidad eran cartones.

1 comentario:
cielo que mal la pasaste o es por lo menos lo que trrasmitis en palabas ojala logres para siempre ser feliz
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